¿Alguna vez te has preguntado qué estará pensando tu bebé, qué le llama la atención o a qué está mirando tan fijamente?
Al nacer, los bebés tienen muchísimo por descubrir. No conocen nada de lo que les rodea; por lo tanto, todo es novedoso para ellos: los colores, los sonidos, las texturas, los sabores, y los olores. Todo lo que perciben a través de sus sentidos está por descubrir.
Los bebés exploran, primero, lo que tienen más cerca, es decir, su entorno más inmediato: sus juguetes, los objetos cotidianos de distintas formas y distintos tamaños... También exploran todo lo que forma parte de su rutina diaria, que crea un vínculo afectivo con sus padres y con los adultos de su alrededor.
Dar importancia a las experiencias vitales de los más pequeños es esencial para que el aprendizaje sea significativo. En otras palabras, las historias relacionadas con su día a día son las que más despiertan su curiosidad. Por lo tanto, se sienten identificados con historias y personajes distintos según la etapa de la vida en la que se encuentren.
¿Cómo podemos contribuir a que los bebés aprendan inglés con sentido?
El maestro de educación infantil y neuropsicólogo Raúl Bermejo nos lo explica:
¿Cómo podemos convertir las experiencias vitales de los bebés en oportunidades de aprendizaje de un segundo idioma?
La doctora en Neurobiología Tiziana Cotrufo nos explica que, por ejemplo, acompañar una rutina diaria con el vocabulario relativo a ella o escuchar canciones en otro idioma potencia aún más su capacidad de aprendizaje. Los bebés de 1 y 2 años adoran la repetición. De esa forma, detectan patrones del funcionamiento de su entorno (¡y también de su lengua materna!). Por eso, al escuchar canciones tienen máxima capacidad de atención y de aprendizaje. Asimismo, relacionar un nuevo idioma con una experiencia positiva desde un punto de vista emocional, como son las rutinas familiares, es una excelente forma de aprenderlo.
¿Cómo fomentamos el aprendizaje multisensorial y significativo en Kids&Us?
En Kids&Us, las historias y los personajes son el hilo conductor de todas las actividades que se presentan en clase, así como también los materiales que se utilizan para desarrollarlas. Los bebés de 1 y 2 años aprenden que todo aquello que conocen en su entorno diario también tiene su nombre en inglés. La diversión, las sorpresas y los estímulos sensomotores que exploran durante las clases construyen emociones positivas que relacionan con el aprendizaje del inglés. A su vez, estas emociones se ven fortalecidas cuando ven que lo que han descubierto en clase también se repite fuera del aula, durante la hora del baño, cuando juegan, en la calle, o en el coche.
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