Mi hobby convertido en mi trabajo o la semilla de Kids&Us

Probablemente mis compañeros de colegio no se sorprenderían si supieran a lo que he acabado dedicándome. Los idiomas en general, y el inglés en particular, son y han sido siempre mi pasión y mi hobby. Este interés especial empezó a hacerse evidente durante mi infancia, así pues, la pregunta es fácil: ¿qué es lo que me empujó hace 30 años a estudiar una ingeniería, que tanto me alejaba de mi vocación? 

Empecé estos estudios convencida de que en este ámbito me esperaba un futuro mucho más prometedor que si estudiaba lo que realmente me gustaba. Pero tardé muy poco en darme cuenta de que no escuchar mi corazón me estaba haciendo profundamente infeliz. ¿Cómo podía dedicar mi tiempo y mi juventud a hacer algo que me resultaba extremadamente complicado y sacrificado, cuando en realidad tenía a mi alcance una alternativa que, dadas mis aptitudes, se presentaba mucho más sencilla y estimulante? 

Mi padre, que tuvo una gran decepción cuando decidí cambiar de estudios, a veces me dice: “¡Qué suerte que cambiaste de carrera!”. El tiempo ha demostrado que trabajar en lo que nos gusta nos permite brillar con luz propia. Si ya cuesta hacer las cosas de forma excelente cuando nos dedicamos a lo que nos apasiona, no me puedo llegar a imaginar lo que tiene que costar hacerlo cuando no disfrutamos con nuestro trabajo. Este pedacito de mi vida me ha hecho pensar mucho hasta qué punto tenemos que potenciar que nuestros hijos escuchen su voz interior, la voz del talento, esa que todos tenemos dentro y que en demasiadas ocasiones reprimimos simplemente porque… ¡pensamos demasiado!

 

 

* Foto: Emprendedores

Compártelo en >