Eres único, somos únicos: somos una familia

Lo escuchamos continuamente desde que nos quedamos embarazadas y nos lo recuerdan en cada visita al pediatra: no hay dos niños iguales. A pesar de ello, en el día a día acabamos tratando de la misma manera a cada uno de nuestros hijos, sin tener en cuenta sus rasgos ni sus necesidades individuales.

Como padres tenemos la tarea de conseguir que nuestros hijos aporten algo único a la familia y que así lo sientan, y que su carácter especial contribuya a enriquecer el equipo que formamos entre todos.

Dedicar unos minutos diarios a estar a solas con cada uno de ellos les dará confianza y les hará sentirse importantes dentro de la familia. La hora del baño, los momentos antes de acostarse o el trayecto de vuelta del cole a solas con papá y/o mamá pueden ser momentos importantes para reforzar su autonomía y reafirmar así su aportación a la familia. Porque uno solo llega antes, pero juntos se llega más lejos. 

Para Ser Padres

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