En breve se cumplirá un año desde que la pandemia de la COVID-19 irrumpiera de lleno en nuestras vidas e interrumpiera tantísimas cosas. En un mundo que ha cambiado tanto en tan poco tiempo, en el que se han visto modificados tantos procesos y en el que justo el mundo de la formación y el aprendizaje se ha visto tan alterado, se habla mucho de las necesidades futuras de la enseñanza de los idiomas. Estamos ante una situación en la que por ahora no se nos permite ni viajar ni relacionarnos socialmente como antes, tampoco interactuar entre países, culturas y por tanto idiomas. Pero ¿qué sucederá con la necesidad de aprender de los idiomas?
Es cierto que la situación actual limita las posibilidades de viajar, pero la necesidad de aprender y, por lo tanto, de enseñar idiomas, la necesidad de comunicarse y relacionarse con el mundo seguirá existiendo. De hecho, enseñar idiomas ahora puede ser más necesario que nunca por un par de motivos.
El primero es que la crisis sanitaria actual derivará en una crisis económica futura. Sabemos que, en estas situaciones, las personas apuestan especialmente por la formación para adquirir conocimientos que les permitan reinventarse y afrontar dificultades y nuevos retos profesionales. El inglés es uno de ellos y es muy importante.
El segundo motivo es el aumento indiscutible de los canales de comunicación online. Estos canales hacen que estemos más abiertos y conectados al mundo que nunca. Por lo tanto, puede que ahora sea más probable que alguien necesite aprender idiomas para comunicarse en un contexto laboral o formativo, por ejemplo.
Teniendo en cuenta la situación actual, la necesidad de aprender y enseñar idiomas seguirá existiendo. Ahora bien, la pandemia ha impactado de forma muy significativa en el mundo de la enseñanza, no solo de idiomas, y las instituciones educativas estamos obligadas a modernizarnos y a prepararnos para seguir proporcionando estos conocimientos en cualquier contexto y con la misma calidad. En este sentido, si algo hemos tenido claro desde el inicio en Kids&Us es que el mundo del conocimiento no podía pararse para nuestro alumnado. El coste de perder meses de aprendizaje para cualquier niño o niña es altísimo. Por ello, digitalizamos nuestro método con el fin de garantizar el aprendizaje en cualquier escenario.
Está claro que, ante la situación actual y futura, nuestros niños y jóvenes tendrán que prepararse más decididamente para un contexto internacional que, probablemente, será aún más difícil y competitivo.
- Comprometiéndonos con la excelencia, como siempre hemos hecho. Esto no es exclusivo de la situación actual, para Kids&Us es una forma permanente de trabajar.
- Entendiendo cuáles son las motivaciones y las metas de nuestro alumnado: para qué necesitan el inglés y cómo nosotros podemos estar a su lado para ayudarlos.
- Adaptándonos a los nuevos entornos de aprendizaje, que faciliten el acceso al conocimiento en cualquier contexto, y garantizando que el aprendizaje sea igualmente motivador, a la vez que aseguramos un seguimiento individualizado, la comunicación con todos los implicados y, por supuesto, la efectividad en los resultados.
Sin duda, la crisis del coronavirus ha dado un impulso importantísimo al aprendizaje por otro medio que, si bien es bastante nuevo y poco explorado por parte de los centros educativos, es un medio en el que las nuevas generaciones se mueven como pez en el agua. Además, teniendo en cuenta que las fronteras físicas entre países se encuentran en su punto álgido de impermeabilidad, el mundo online que se despliega ante nuestros jóvenes es ilimitado. Nos guste o no, los humanos somos “animales” sociables, sociales y comunicativos. Esta comunicación sucederá sí o sí, abriéndose paso por dónde pueda fluir más fácilmente.
Por lo tanto, el inglés seguirá siendo necesario; la necesidad de aprenderlo y tener un buen dominio de esta lengua puede marcar la diferencia. En la virtualidad cada vez más presente, con el actual uso extenso de herramientas que nos permiten asistir a una misma reunión desde diferentes lugares, no es descartable pensar que ahora más que nunca el trabajo en equipo con un equipo multinacional es más probable que en el pasado. Compartir conocimiento acortando distancias y ahorrando tiempo es una realidad, es como si nos teletransportásemos; por lo tanto, la colaboración con equipos multilingües en los que la lengua común sea el inglés será cada vez más habitual.
No hay que olvidar que es importante no dejarlo en ningún momento, ya que el aprendizaje de un idioma es una carrera de fondo y la continuidad es la clave. Un segundo o tercer idioma debe crecer con la persona, como la hace la lengua materna; es necesario que la exposición y el aprendizaje no se paren, ya que el coste de oportunidad de un año perdido en la educación en general es altísimo. En definitiva, la situación actual es circunstancial y no debe interrumpir un proceso que puede haber empezado desde que los niños y niñas son muy pequeños, como es nuestro caso, y desaprovechar el bagaje acumulado.