Tener un amigo cuando uno es pequeño es una de las experiencias más enriquecedoras en la corta vida de un niño. Es el primer vínculo importante con alguien que no es de la familia y esto, aunque parezca obvio, significa establecer una relación de confianza con alguien que no es del círculo de “contrastada fidelidad” de la familia. Tener un amigo implica seguridad en uno mismo y eso debe ser percibido como una gran noticia para los padres.
Más allá de que el amigo guste o no, de que los padres del niño gusten o no, los valores ligados a la amistad son muy importantes para el desarrollo emocional de los niños. Confianza, seguridad, capacidad de compartir y guardar secretos son aptitudes muy importantes que el niño irá adquiriendo mientras experimenta con las nuevas amistades.
En una sociedad globalizada e interconectada como la actual, no existen límites para conocer a personas de cualquier lugar del mundo con un solo clic. Conocer todas las culturas y el aprendizaje que de ello se deriva está hoy al alcance de todos los niños. El potencial de encontrar amigos es tan grande como el mundo, y los valores que el niño puede aprender son tan valiosos como el amor de una madre.
Natàlia Perarnau,
fundadora y creadora del método Kids&Us, para Ser Padres