Después de terminar el curso pasado en confinamiento y de un verano lleno de debates sobre cómo garantizar una vuelta al cole segura, las escuelas han vuelto a abrir sus puertas con todas las precauciones de prevención ante el coronavirus y ahora el punto de mira está puesto en las actividades extraescolares. ¿Son un riesgo añadido para nuestros hijos o son más importantes que nunca para ayudarles en su desarrollo personal y a gestionar mejor la situación de incertidumbre que estamos viviendo?
En esta publicación, te invitamos a reflexionar sobre el valor de las actividades extraescolares en la educación y el desarrollo de nuestros hijos e hijas, y además de darte algunas pinceladas del gran abanico de actividades disponibles hoy en día, vamos a darte algunos consejos para elegir aquella actividad que mejor se adapte a las necesidades de tu familia.
Según organismos internacionales como la UNESCO o la OCDE, las actividades extraescolares son un elemento de impacto en el desarrollo cognitivo y social de niños y adolescentes. Si quieres profundizar sobre este punto, te recomendamos este artículo que recoge las opiniones de Albert Sangrá, director académico de la Cátedra UNESCO de Educación y Tecnología para el Cambio Social. Ya sea inglés, patinaje o robótica, las actividades fuera del horario lectivo deben tener un objetivo común: enriquecer a nuestros hijos e hijas. Cada actividad aportará matices a esta riqueza en forma de más y mejores conocimientos en campos específicos, el desarrollo de su creatividad o de sus habilidades sociales.
A continuación, te resumimos cuatro de los principales beneficios de las actividades extraescolares para niños y niñas de cualquier edad.
Si hiciéramos una lluvia de ideas de las actividades extraescolares que nos vinieran rápidamente a la cabeza, la mayoría de personas pensaríamos en el inglés, la natación, el fútbol, el baloncesto, la danza, la música o las manualidades, entre muchas otras. O lo que es lo mismo en actividades formativas, deportivas y artísticas. Sin embargo, hoy queremos proponerte un nuevo enfoque.
Según un estudio que encargamos a la consultora Salvetti Llombart y en el que participaron casi 8.000 padres y madres, las actividades extraescolares, sean deportes, clases de pintura o de inglés, se pueden clasificar en tres grandes grupos: las de supervivencia, las aficiones y las trendy.
Forman parte de este grupo todas aquellas actividades imprescindibles para el desarrollo de niños y niñas. De entre todas, el inglés es la actividad estrella, pero el refuerzo escolar o la natación también se incluyen en este grupo porque ayudan a completar la formación de la escuela y ayudan a los más pequeños a estar mejor preparados para el mundo que les rodea. Suelen ser actividades no negociables en la mayoría de las familias y eso hace que se empiecen en edades tempranas y que sean actividades estables en el tiempo.
Si las extraescolares de supervivencia no son negociables para los padres y madres, las que responden a pasiones o aficiones no son negociables para los hijos e hijas. Dependerá de cada caso, pero lo son la mayoría de deportes y las actividades artísticas, desde las manualidades a las clases de pintura o de música. Responden a los gustos y a los intereses de los niños y niñas y también son importantes en su desarrollo personal porque fomentan su creatividad, el valor del esfuerzo o del trabajo en equipo.
Lo trendy en este caso no puede ser más variado ni más cambiante. Son las actividades de capricho que responden tanto a la curiosidad de padres y madres como de hijos e hijas; suelen estar más o menos de moda según la temporada.
Entrarían en este grupo los talleres de cocina o repostería, incluso la robótica, el ajedrez, la informática y otros idiomas más allá del inglés. No se consideran extraescolares tan estables como las anteriores porque responden a modas y a pruebas. Se empiezan, se disfrutan o no, y se dejan. Son una gran oportunidad para explorar nuevos intereses y descubrir posibles aficiones nuevas.
Por amplio que sea el abanico de extraescolares a elegir, conviene reflexionar sobre qué queremos que aporte cada actividad a nuestros hijos e hijas, más allá de conocimientos y diversión. Es frecuente que en edades tempranas los padres y madres queramos fomentar la interacción de nuestros hijos con otros niños para que aprendan a socializarse, y que a medida que se hacen mayores nos preocupe mejorar su rendimiento académico o que amplíen conocimientos en campos que no tocan en el colegio.
Sea como sea, aquí van algunos consejos que pueden ayudar a la hora de elegir la actividad extraescolar más adecuada para tus hijos e hijas:
Con la natación aprenden a moverse en el agua, lo que garantiza su seguridad en entornos como la playa y la piscina. Cuanto antes empiezan con el inglés, antes lo interiorizan como algo natural, mejoran en la escucha y en la pronunciación. Sin embargo, si tu hijo/a tiene ya 6 o 7 años es probable que empiece a tener gustos definidos y quiera dedicar tiempo a las actividades que más les gustan. Es el momento para empezar con los deportes y las actividades artísticas. Más adelante, llegará la oportunidad para descubrir nuevos mundos que pueden convertirse en grandes pasiones, como la cocina, el ajedrez o la robótica.
El abanico de actividades extraescolares disponibles hoy en día en escuelas, centros de enseñanza y otras organizaciones especializadas es, sin duda, muy amplio, pero esta variedad juega a favor de nuestros hijos e hijas porque podemos elegir para ellos lo que más encaja con nuestros valores, sus aficiones y nuestro estilo de vida. Te invitamos a seguir leyendo el blog para descubrir más beneficios de las extraescolares y más actividades enriquecedoras para los más pequeños de casa.