¿Te acuerdas de la nochevieja del año 2019? Pondría la mano en el fuego a que sí. Ha pasado casi un año y todavía nos cuesta saber si ha ido todo demasiado rápido o si ha sido un año eterno, qué dualidad más rara. Te propongo un juego, un pequeño reto; tienes que encontrar los tres recuerdos que más te han marcado de este año que cerramos. Estos son los míos.
El tiempo parece más relativo que nunca. El año ha pasado fugazmente, pero hemos vivido tantísimas cosas... da vértigo mirar atrás. En Kids&Us empezamos el año cumpliendo uno de nuestros sueños, el 13 de enero inaugurábamos la nueva sede central en Manresa y lo teníamos todo listo para reencontrarnos con toda la familia Kids&Us en Valencia, en nuestra convención anual. ¡Ahora lo pienso y me parece que ha pasado una eternidad! Pero sí, el 12 de marzo fue el último día que compartimos la oficina todos juntos. Desde entonces, primero por el confinamiento y después por la implantación del teletrabajo, no hemos vuelto a coincidir. Entretanto hemos seguido trabajando, hemos digitalizado nuestro método y hemos logrado que nuestros alumnos sigan conectados al inglés, ¡porque se lo debemos!
A medida que pasaban los días y que íbamos conociendo más a la COVID-19, entendimos que aquello no era una simple gripe. El mundo se detuvo, tal cual. Pronto empezamos a convivir con palabras para las que no estábamos preparados, como cuarentena o confinamiento, sufrimos por el cierre de las escuelas, se impuso el teletrabajo, llegaron más restricciones, y lo más duro, el sufrimiento de las familias afectadas de cerca por esta enfermedad.
Estoy segura de que no olvidaremos nunca el sobrecogedor silencio de las calles vacías; los aplausos a los trabajadores esenciales a las 8 de la tarde; la solidaridad entre vecinos; la lección que nos han dado los niños y las niñas, adaptándose a una realidad que poco nos recordaba a la anterior. También tendremos presente la cursa por conseguir una vacuna, o un tratamiento efectivo; o los miles de estudios e investigaciones iniciados en todo el mundo para saber cómo se mueve el virus, como actúa y como se puede frenar.
Ha sido este esfuerzo colectivo, el trabajo en equipo, el que nos ha traído hasta aquí, a las puertas de cerrar uno de los años más duros que habremos vivido, y lo hacemos vislumbrando la luz al final del túnel.
Bueno, este no es un recuerdo de aquello que ha pasado, es más bien una añoranza, de todos los abrazos que nos debemos. Recordaremos la intensidad del año 2020 como recordamos el último abrazo que nos dimos aquel 12 de marzo.
Los abrazos volverán, estoy segura, pero hasta que llegue ese momento, dejadme dar algunos abrazos virtuales:
Sin duda, esta es una Navidad diferente, extraña y más nostálgica que nunca, pero nos debemos a la ilusión de estas fechas, por los que nos rodean y por todo lo que está por venir.
Felices fiestas y feliz año nuevo.
Gracias.